La bisabuela Rosa con la Abuela María
Cuando el 15 de febrero de 1932, la Abuela Maria viene al mundo, lo hace en Úbeda, provincia de Jaén, donde todo el entorno agrícola está destinado al cultivo del olivar. Su madre, la Bisa Rosa, con unas pequeñas explotaciones de olivar, desarrolla su activad económica en la producción del aceite de oliva variedad picual, transmitiéndole a su hija María, todo el cariño y el amor a la tierra. Eran tiempos de recoger la aceituna del suelo, de rodillas, una a una por las mujeres y de transportarlas a las almazara con burros. Un trabajo de sol a sol.
Fotografías archivo
Posteriormente, la abuela María, se casó con el abuelo Gabriel, que era mecánico, y juntos, por el amor que tenían a su tierra, con pasión, trabajo y mucho esfuerzo, fueron ampliando año a año sus extensiones de olivar, dejando un legado a sus dos hijos de más de trescientas hectáreas de olivos de aceituna picual.
Eran tiempos en que la mujer perdía todo el protagonismo, quedando relegada a un segundo plano.